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Un centenar de manifestantes, convocados por la CGT y PROSAGAP (Profesionais da Sanidade Galega Pública), recorrieron calles principales de Pontevedra, desde el inicio de la calle Loureiro Crespo, frente a la fachada del Hospital Provincial, hasta la escalinata de la Subdelegación del gobierno, donde tuvo lugar el mitin de cierre, en el que intervinieron representantes de las organizaciones sindicales convocantes. 

            Reproducimos a continuación, el discurso final ofrecido por el Secretario general de CGT Pontevedra, Miguel Ángel Cuña:

PONTEVEDRA – 1º DE MAYO 2021

"Solidariedade e apoio mutuo"

Bajo el lema "Solidaridad y apoyo mutuo", CGT y PROSAGAP participamos unidos en este 1º de Mayo para hacer acopio de fuerzas y recordar una vez más que las únicas respuestas eficaces contra las injusticias y la deplorable realidad actual son la movilización, la reivindicación consciente y la auto-organización de la clase trabajadora.

            Para los convocantes, "Solidaridad y apoyo mutuo" es, hoy y aquí, un grito reivindicativo … Un clamor necesario y urgente de la clase trabajadora que se alza contra el individualismo, el fraccionalismo y el enfrentamiento más estériles y frustrantes que campan a sus anchas por toda la sociedad. Un individualismo antinatural, intolerante y dogmático, neoliberal, extendido como una peste en todos los ámbitos de la vida, incluido el sindical, alimentado y financiado por los poderes económicos y políticos autoritarios. 

            Están seduciendo u obligando a la población trabajadora, -a aquella que con su esfuerzo y trabajo sostiene todo el andamiaje fértil de la sociedad- para que se resigne a malvivir bajo un espejismo en el que nada es como se muestra desde las pantallas o desde la palabrería vana e insincera, sin que, por supuesto, llegue a materializarse en parte alguna el justo anhelo del reparto del trabajo y la riqueza social.

            Si el número de trabajadores arrojados al paro venía siendo desde años atrás insufrible, ahora mismo, más de 4 millones de personas están sin trabajo y muchos más en la precariedad laboral, vital y económica. 

  • Más de un millón de familias tienen a todos sus miembros en el paro, condenadas a la miseria y a la exclusión social. 
  • Más del 25% de la población española malvive bajo el umbral de la pobreza y un número incalculable de hogares han de acudir a las humillantes colas de la beneficencia, pues los salarios y la capacidad adquisitiva de las familias siguen bajando cada mes. El Ingreso Mínimo Vital, que iba a no dejar a nadie atrás en la crisis económica por la pandemia, se ha quedado en un fracaso, cuando no un fraude para más de 12 millones de personas en estado de necesidad imperiosa.

Si las consecuencias de la Reforma Laboral venimos sufriéndolas la clase trabajadora en forma de despidos masivos, paro, condiciones de trabajo intolerables -retórica engañosa aparte-, nada se hace por derogarla. Al contrario, se reafirma a cada paso. No tenemos más que recordar que la figura jurídica-laboral de los ERTES, fue diseñada por la reforma laboral de Rajoy, con el objetivo de que el dinero público financiase las inversiones que el capitalismo privado más voraz reclamaba para reinventarse bajo las reglas de la digitalización, automatización, robotización, depredación y agotamiento de los recursos naturales, destrucción de la biósfera y la vida.

            En 2018 y 2019 decenas de miles de personas salimos a las calles de más de un centenar de localidades, también en Pontevedra, reclamando y defendiendo el Sistema Público de Pensiones. ¿Qué respuesta se obtuvo? La aprobación prácticamente unánime por todo el arco parlamentario -derechas e izquierdas, nacionalistas de uno u otro signo- de las Recomendaciones del Pacto de Toledo, entre las que se impulsa los sistemas de pensiones privados.

También desde muchos años atrás, venimos reivindicando la Sanidad Pública y denunciando su deterioro y desmantelamiento en favor de intereses privados. ¿Qué está sucediendo, cuando ya ha pasado más de un año del inicio de la pandemia?  

En todo ese tiempo, las administraciones sanitarias, ni derogaron las Leyes privatizadoras de la Sanidad ni tampoco adoptaron las medidas necesarias que evitasen situar el sistema sanitario público al borde del colapso, cuando más necesario resulta. Por el contrario, aprovecharon la emergencia dramática que sufrimos y el desconcierto general que provoca su impacto, para impulsar la privatización de cada vez más servicios, centros de investigación e instalaciones sanitarias y mantener en grave situación deficitaria en medios y personal el conjunto del sistema sanitario público. El escándalo internacional del negocio de las vacunas, es el ejemplo extremo de esta infame decisión.

Desde que se proclamó por el gobierno del PP la Ley Mordaza, decenas de miles de personas, algunas también en Pontevedra, hemos venido denunciando su injusticia brutal y criminalizadora de los movimientos sociales y sindicales. Sin embargo, contra las promesas anunciados, la Ley Mordaza sigue vigente y aplicándose, con todo rigor y sin pudor alguno. 

Desde 2017 y aún desde bastantes años antes, millones de personas y miles de organizaciones en todo el mundo venimos alertando, también en Pontevedra, de que están el planeta Tierra, la naturaleza y los seres que la habitamos en inminente peligro, a consecuencia de la emisión por la industria de cantidades ingentes de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático y el calentamiento del ecosistema terrestre.

¿Qué respuesta están ofreciendo a este angustiado llamamiento? Sencillamente, ¡Ninguna!, o lo que es peor, en España, la aprobación reciente por el Congreso de Diputados, por abrumadora mayoría, de una Ley de Cambio Climático, que, por supuesto, no está destinada a preservar la biosfera y la vida, sino a salvaguardar el mismo orden social y económico que provoca las dificultades sobrevendrán y a urdir el fracaso palmario de su objetivo retórico.

Desde hace decenios, venimos saliendo a las calles en todo el país también en Pontevedra, para denunciar la xenofobia, el racismo, la guerra y el militarismo que se expandían en el mundo y, con ellos, la hambruna de cientos de millones de personas o la muerte cada día en todo el planeta de 25.000 niños, víctimas del hambre, la miseria y condiciones de supervivencia insalubres.

¿Qué esta sucediendo? ¿Qué se hace desde los gobiernos?

El gasto militar mundial llegó en 2020 a los 2 billones de dólares, una cifra que crece por quinto año consecutivo. En el caso del gobierno español, incluso en plena pandemia, el gasto militar siguió aumentando hasta los 20.050 millones de €. Sólo en este primer trimestre de 2021, tropas del ejército español participan en maniobras militares del OTAN conjuntamente con el ejército israelí, responsable de crímenes de guerra, exterminio e implantación del régimen de apartheid sobre la población palestina. Lo mismo ocurre, ahora bajo el paraguas de los intereses de la Unión Europea, con la participación cada vez mayor del ejército español en operaciones en países de la región del Sáhara, cuyas poblaciones viven en la miseria, pero cuyo subsuelo atesora riquezas mineras ansiadas por el capitalismo europeo y norteamericano.

Ya perdimos la cuenta, pero desde hace decenios, decenas de miles de personas, algunas de ellas también en Pontevedra, venimos denunciando la responsabilidad de las Leyes de Extranjería en la construcción de la frontera homicida en el Sur de España, con el resultado de decenas de miles de inmigrantes ahogados o desparecidos. Todo ello, en la más completa impunidad y con nuestros gobiernos sucesivos, sosteniendo y no enmendando las Leyes que permiten esta matanza atroz, que hace apenas cuatro días, trajo ante la isla de Hierro una patera con 24 cadáveres y dos supervivientes agonizantes.

Para evitar estos hechos aciagos y sufrimiento permanente, los trabajadores y la sociedad en general no disponemos de otro camino que el de la movilización en "Solidaridad y apoyo mutuo" y la repulsa de estas políticas vergonzosas, inhumanas e antisociales. El mismo camino que nos enseñaron hace más de 100 años los trabajadores de Chicago y los líderes anarquistas que, en mayo de 1886, alzaron la bandera de la jornada de ocho horas y la dignidad de la clase obrera y que, por ello, fueron asesinados por el gobierno de aquella nación. 

            Por ello, la CGT renueva su llamamiento a la movilización general, consciente de que si la clase trabajadora auto-organizada no produce ese cambio, nadie, absolutamente nadie, lo hará por ella.  

            Pero, si decimos NO a esta situación y renegamos de sus responsables, del mismo y por las mismas razones, ¡en nombre de la CGT, de PROSAGAP y de todos los que aquí estamos!, muchos o pocos, decimos SI a una sociedad libre, justa, cooperativa y solidaria:

  • Porque reivindicamos trabajo, así como el derecho y el deber de toda persona en participar en la construcción de la riqueza social y en su disfrute, luchamos contra el paro, la precariedad y la exclusión social.
  • Porque defendemos los servicios públicos y el disfrute colectivo de los bienes y de la riqueza socialmente construido, luchamos contra los recortes, el desmantelamiento y la privatización de los servicios públicos.
  • Porque nuestro bien más preciado es la libertad y nuestras reivindicaciones más profundas son la igualdad y la solidaridad, tratamos de afrontar los problemas de hoy, sin jefaturas ni burocracias, renegando de todo privilegio, discriminación o subordinación de unas personas a otras, nos hemos manifestado este 1º de Mayo. 

¡Solidaridad y Apoyo mutuo! … La lucha continúa.

CGT Pontevedra, mayo 2021




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