La sección sindical de CGT en Alfageme se concentró este viernes, 2 de noviembre, ante la sede del IGAPE, en Santiago. Su objetivo, exigir a la Consellería de Economía-IGAPE que, de una vez por todas, resolviese la selección de la mejor oferta para la adquisición de las fábricas de Alfageme en Arousa (Ribadumia y Vilaxoán), cuando ya ha pasado casi un mes desde el fin del plazo para presentar dichas ofertas. La CGT y las trabajadoras saben muy bien cual esa mejor oferta y que todas las demás (en realidad, solo hay dos) no son otra cosa que propuestas fantasmas, interpuestas por intereses espurios y criminales, con el objetivo de abortar el reinicio de la actividad en ambas fábricas.
La convocatoria de esta concentración había sido decidida por la CGT, a la que, posteriormente, se sumó una representación de la CIG. Nada más llegar a las dependencias del IGAPE, nos encontramos con la Policía Nacional que ‘custodiaba" físicamente las puertas cerradas del edificio, sin dejar entrar a las trabajadoras.
Una llamada telefónica de la Secretaria Xeral del IGAPE, informó a los concentrados que tenía instrucciones de informarnos que el Director Xeral estaba en ‘una reunión en Coruña". Desde la CGT se le respondió que, puesto que sabía desde hacía días que hoy íbamos a estar aquí, no teníamos inconvenientes en esperarlo en sus oficinas (pues llovía a cántaros y hacía frío y viento donde ahora mismo estábamos).
Una segunda llamada telefónica de la misma alto cargo, informó de que el IGAPE había decidido "convocar para el lunes, día 5, la Mesa de valoración y seguimiento para abrir los sobres que tenían las ofertas y después estudiarlas". El representante de la CGT le preguntó entonces, a qué se había debido la pública incapacidad de la Consellería para abrir dos sobres, que estaban en su poder al menos desde el 5 de octubre. Al no recibir contestación a tan elemental pregunta ("Cuestión de ritmos", fue la respuesta verdadera), la CGT le comunicó a la Secretaria Xeral:
– Que informase a la Consellería de Economía y al Gobierno gallego que la CGT consideraba su decisión como una infamia y como un paso criminal más en su intento de culminar con éxito la estafa millonaria que estaban cometiendo.
– Que, en consecuencia, la CGT continuaría las movilizaciones, sin pausa ni tregua, desde el mismo lunes, día 5 y por el tiempo que haga falta.
– Que la CGT no iba a tolerar que esa indignante decisión -arrojar al paro a 150 trabajadoras y evitar el funcionamiento de dos fábricas conserveras en Arousa- pudiese culminarse con éxito. Y, muchos menos, resignarse a que sus responsables pudiesen salir impunes de semejante atentado a la clase trabajadora.
Después de esto, se produjo un nuevo intento de la Secretaria Xeral para invitar a la representación de la CGT -convocante de la concentración- a mantener con ella una entrevista en su despacho. El representante de la CGT se negó por tres razones: 1) la invitación debía extenderse también a la delegación de la CIG allí presente, 2) las trabajadoras deberían poder refugiarse del mal tiempo en el interior del edificio y 3) sí y sólo si se habían producido cambios en la postura del IGAPE (en el sentido reclamado por la CGT: inmediata, no más tarde del lunes, resolución del IGAPE sobre las propuestas de adquisición de las fábricas y la marca). Al no recibir respuesta positiva a estas tres demandas, la CGT (también CIG) y las trabajadoras, siendo ya cerca de las tres de la tarde, decidieron regresar a Vilagarcía y, en el caso de CGT, celebrar una asamblea allí mismo para decidir las acciones de los días inmediatos.
CGT-Arousa