Este viernes, 24 de abril, militantes de CGT y CNT de Pontevedra se manifestaron en la Plaza de la Peregrina a las 20:00h, bajo el lema: "¡No al estado-policial!" para denunciar la represión y el último montaje del Ministerio del Interior español contra el movimiento libertario y anarquista, conocido como "Operación Piñata". CGT y CNT manifestaron su repulsa a esta violencia del Estado -Ministerio del Interior y Aparato judicial, confabulados- contra unas personas cuya única responsabilidad es mantener activa la solidaridad social y la resistencia frente al Estado y el Capitalismo.
Reproducimos el escrito informativo repartido en la plaza y calles adyacentes:
NO AL ESTADO POLICIAL. DEROGACIÓN DE LAS LEYES MORDAZA. CONTRA LA CRIMINALIZACIÓN POR EL ESTADO DEL MOVIMIENTO SOCIAL REIVINDICATIVO, ANARQUISTA Y LIBERTARIO.
Nosotros, CGT y CNT de Pontevedra, manifestamos hoy nuestra solidaridad con las personas detenidas desde el pasado 30 de marzo, en el marco de la denominada "Operación Piñata" y exigimos su inmediata puesta en libertad, sin cargos. Manifestamos nuestra repulsa a la violencia del Estado contra unas personas cuya única responsabilidad es mantener activa la solidaridad social y la resistencia frente al Estado que a todos oprime y contra el yugo del Capitalismo, que a todos roba y explota.
Usando de los mismos métodos político-inquisitoriales de la tradicional Caza de Brujas, la "Operación Piñata" se desató el pasado 30 de marzo con redadas policiales en viviendas y 6 Centros Sociales en Madrid, Barcelona, Palencia y Granada. La intervención deja un saldo de doce personas detenidas y puestas a disposición judicial bajo la acusación, arbitraria y sin prueba veraz alguna, de haber cometido actos "terroristas" y supuesta "pertenencia" a una fantasmagórica "organización criminal con fines terroristas". A estas primeras 12 detenciones se sumaron otras 14, acusadas de ‘resistencia a la autoridad", por oponerse pacíficamente a la ocupación policial de los Centros Sociales. Tan burdo fue el montaje que en breve tiempo tuvieron que dejar libres a los ‘terroristas" detenidos, pero cuando el daño y la criminalización del anarquismo ya se habían producido.
Estas detenciones se producen tres meses después de la denominada "Operación Pandora", también dirigida contra el movimiento libertario. La "operación" terminó con la salida en libertad de todos los "terroristas", tras un mes y medio de prisión preventiva y 3.000 euros de fianza (tal era el "terror" que habían provocado con sus acciones).
Las piezas con las que el gobierno del PP quiere construir esta nueva Mano Negra no pueden ser más ilustrativas de la falsedad de toda la trama, pues el fruto policial de las registros y requisas en los Centros Sociales y viviendas se limita a "libros", "publicaciones", "material informático", "bombonas de butano", una "botella de camping-gas", etc,. Este es todo el material que los temidos anarquistas poseían para llevar a cabo sus "fines terroristas". Con semejantes "pruebas" la farsa del Gobierno amenazaba dejar a los autores en el mayor de los ridículos. Por ello grandes medios de comunicación no dudaron en salir en su auxilio, enriqueciendo con nuevas patrañas la delictiva fabulación oficial. Periodistas hubo que escribieron: [los anarquistas detenidos] "pretendían atentar contra la comitiva real en la coronación de Felipe VI".
Hoy, como ayer, nos toca de nuevo a las organizaciones libertarias, en particular a la CGT y a la CNT, y a los anarquistas sufrir en nuestros compañeros detenidos y encarcelados la mentira brutal del poder. Pues son ellos -los vicarios del poder económico-, quienes redactan las leyes inicuas, los que roban y corrompen la dignidad humana, los que construyen Reformas Laborales, los que deciden el empobrecimiento de grandes sectores de la población, los que arruinan -saqueándolos- los servicios públicos, los que declaran guerras, matan por miles en las fronteras, hambrean a cientos de millones de personas en todos los continentes y devastan la naturaleza haciendo insufrible el planeta.
Como anarquistas, nuestro único delito, aquél que orgullosamente reivindicamos y asumimos, es el de la lucha imperecedera por la justicia y la libertad y la rebeldía contra toda opresión y desigualdad. Contra esta decisión nuestra, de nada valdrán represiones y ardides del poder, por más sufrimiento que causen.